Mientras me tomaba el café…


Mientras me tomaba el café esta mañana sonaban de fondo las noticias en directo de algún canal 24 horas. En ellas un locutor narraba no se qué de alguna corruptela, que habían llovido bombas en alguna ciudad que ya nunca será la misma y que el equipo de turno ganó un encuentro intrascendente.

Mientras me tomaba el café, distraído, miré por la ventana del bar y vi pasar la furgoneta de reparto de una panadería que jamás he visitado, vi pasar una abuela paseando un perro que parecía un caballo a su lado y que hacían florituras sobre una angosta acera para darle paso a una mujer que empujaba el carrito de su recién nacido, quizá para llevarlo al pediatra porque le había dado la noche con llanteras inconsolables.

Y mientras yo me tomaba mi café, a sorbitos, sin prisa ni pausa; mientras escuchaba noticias que poco me importan y miraba por la ventana distraído pensaba en ti, y pensaba que quizás estuvieses acabando de cenar en ese mismo momento, o te andases preguntando en un idioma desconocido para mí dónde me meto, o tal vez secando tus lágrimas en el funeral de alguien querido, o puede que gritando como una posesa subida a una atracción de feria pueblerina intentando no vomitar a los que curioseaban desde el suelo.

Mientras mezclaba el café con la leche y el azúcar pensaba en ti, y pensaba con melancólica esperanza que más que mezclar los componentes de mi desayuno lo que hacía era conjurar con una cucharilla tu destino y el mio, para que algún día se mezclasen como el café que me tomaba… mientras pensaba en ti.